En el siglo XII (ca. 1166), el viajero Benjamín de Tudela elogia la comunidad judía de Barcelona, la cual es descrita como una aljama "de hombres sabios e inteligentes, de noble linaje". El Call de Barcelona fue un importante centro literario. Vivieron rabinos y sabios como Samuel ha-Sardí, Salomón ben Adret, Nissim Girondí, Isaac Sesset Perfet, Hasdai Cresques, Isaac Moixé Natan de Tárrega y Samuel Bonastruc. El poeta Samuel Bonastruc pertenecía al llamado círculo de Zaragoza, junto con Salomón de Piera. Este era un grupo de poetas, representantes de la literatura hebrea del momento, que escribían también en lengua románica, se intercambiaban cartas y participaban en competiciones y disputas.

En el siglo XVIII, este edificio constaba de planta baja, dos pisos y porche, pero la casa actual es una reedificación del año 1849. Se puede observar una placa que conmemora la fundación del Col·legi Sant Jordi (1898), primera escuela catalana moderna.