Estás delante de la cerería más antigua de Barcelona (¡ tiene 250 años !), regentada por Jordi Subirà. Hablemos de este lugar pero en una época aún más remota. Los centros de poder de la ciudad cambiaron de lugar entre los siglos IV y V dC. Los gobernantes se trasladaron desde el área del fórum (en la actual plaza Sant Jaume) hasta este lugar, en el extremo noreste de la ciudad de Barcino. Desde aquí hacia al oeste fueron edificados la basílica y las primeras residencias de los condes. En este nuevo complejo, además, en el siglo VI se construyeron unas termas públicas. La zona continuaría siendo epicentro del poder político a lo largo de la Edad Media, ya que en este mismo espacio que ocupa hoy el inmueble que tenéis delante se localizaba el llamado Castell Vell (castillo viejo). Fue residencia del vizconde de Barcelona y después del veguer del rey. Es decir, éste era el lugar desde dónde se ejercía justicia. Entre otras funciones, el veguer controlaba el mercado, que estaba fuera de las murallas, en un extremo de la plaza del Trigo (que hoy llamamos plaza de l’Àngel). Sabemos pocas cosas de este castillo, aunque es probable que tuviese la entrada principal en la plaza del Rei.