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Campaña para catalanizar los carteles comerciales, en 1920

Forn Sant Jordi

C/ llibretería #8

  Mundo Contemporáneo

Campaña para catalanizar los carteles comerciales, en 1920

Un comentario del rey Alfonso XIII (en la imagen) generó en 1920 una campaña de catalanización de los carteles comerciales de Barcelona. Fue objeto de debate político y los periódicos hablaban de ello constantemente.

Forn Sant Jordi

C/ llibretería #8

Esta pastelería con más de 210 años ha hecho célebres las rosquillas de San Jorge, su pan tradicional y sus pastas. Conservan en sus instalaciones el horno de cocción de finales de siglo XVIII , con el que aún cuecen todos sus productos hechos con materias primas de alta calidad y mucha tradición.

Estás delante del Forn Sant Jordi, un establecimiento centenario del Barri Gòtic de Barcelona. Abierto en 1789 aún conserva el horno de cocción de finales de siglo XVIII. Actualmente está regentado por Antoni Mª Ribes y Núria Pagès. En junio de 1920 el rey Alfonso XIII visitó la ciudad. Muchos balcones aparecieron adornados con senyeres catalanas, a lo que el rey parece que comentó: “Me he fijado en que había muchas banderas catalanas por todas partes. En cambio he visto muy pocos letreros en catalán”. Otras versiones atribuyen el comentario a Antonio Maura, que acompañaba al monarca. Sus palabras fueron transcritas a los periódicos y generaron una campaña de catalanización de los carteles comerciales. Éste fue un asunto tratado ampliamente en el pleno del Ayuntamiento de Barcelona. En esos años, los comercios de la calle Llibreteria fueron pioneros en incorporar rotulación en catalán. ¿ Sabías que en 1931 una publicación nacionalista – Nosaltres Sols – recomendaba visitar esta pastelería porque ya había adoptado el catalán en los carteles ?

Antoni Ribes y Núria Pagés hace décadas al mando del horno, que asumió su familia a principios del siglo pasado. Esta pastelería con más de 210 años  en la calle de la Llibreteria ha hecho célebres las rosquillas de San Jorge – incluso con parada especial en la calle cada 23 de abril -, su pan tradicional y sus pastas.

La familia Ribes adquirió la panadería en 1941 y, desde entonces, todas sus generaciones siguen elaborando el pan y las pastas de forma artesanal.

Conservan en sus instalaciones el horno de cocción de finales de siglo XVIII , con el que aún cuecen todos sus productos hechos con materias primas de alta calidad y mucha tradición.  Un lugar emblemático del barrio gótico en el que las paredes del local despiden olor a coca recién hecha y mucha historia. Si levantas la mirada podrás apreciar los detalles decorativos de este comercio que ya es todo un clásico de la calle Llibretería.

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