Las celebraciones cívicas organizadas por los gobernantes no satisfacían a todo el mundo. Los vecinos de la calle Llibreteria sufrieron unas cuantas de ellas. Una de las más notorias fue convocada para pedir la recuperación de Carlos II el Hechizado, un rey débil y enfermizo. A finales de Octubre de 1696: “...en la mitad de la calle había un arco triunfal de la misma hechura, que sustentaba una fábrica a modo de castillo y por sus puertas se veía pasar al reflejo de la luz, varias figuras” de tal manera que “se imposibilitó el paso de la calle”.

Crees que los vecinos estaban demasiado contentos con estas estructuras ? Recuerda que la calle Llibreteria era un espacio comercial de primer orden y que todos estos adornos obstaculizaban el tráfico de personas y mercancías. ¡ Además, a menudo eran los mismos comerciantes los responsables de sufragar el coste de estas festividades !